Stress laboral en Chile: impacto en el desarrollo
INTRODUCCIÓN
En medio del bullicio cotidiano en oficinas, talleres y videollamadas, el stress laboral se ha convertido en un susurro constante que afecta a la sociedad chilena. Este problema, que se manifiesta de diversas formas, ha sido analizado desde la perspectiva legal por un experto en la materia.
DESARROLLO
El abogado y magíster en ciencias políticas señala que, a pesar de los avances legales como la Ley 16.744, que reconoce el stress laboral como enfermedad profesional en ciertos casos, la fiscalización y el estigma siguen siendo obstáculos para abordar este problema de manera efectiva.
En contraste con otros países como Francia, Japón y Holanda, donde se han implementado medidas más contundentes para proteger la salud mental de los trabajadores, Chile aún enfrenta desafíos significativos en este ámbito. Datos de la Superintendencia de Seguridad Social revelan que más del 40% de las enfermedades laborales notificadas en el país tienen un componente psicosocial.
Este fenómeno afecta de manera desproporcionada a ciertos grupos, como mujeres, trabajadores jóvenes y empleados del sector servicios. La pandemia ha exacerbado esta situación, especialmente entre profesionales de la salud y la educación, quienes han experimentado altos niveles de stress laboral.
CONCLUSIONES
Ante este panorama, el autor destaca la necesidad de cambiar la forma en que se concibe el trabajo y sus efectos en la sociedad. Propone fortalecer la fiscalización de los riesgos psicosociales, eliminar la cultura del presentismo y garantizar el derecho real a desconectarse.
Asimismo, hace un llamado a modificar el lenguaje utilizado al hablar del stress laboral, enfatizando que no es solo un problema individual, sino una consecuencia del sistema laboral actual. En última instancia, insta a Chile a priorizar la salud mental de su población como parte fundamental del desarrollo nacional.
(El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de Séptima Página Noticias).
Fuente: Séptima Página Crónica