Uso del celular en la escuela: desafíos y equilibrio
La Municipalidad de Barnechea ha lanzado un programa piloto sobre el uso del celular en el aula de clases, reabriendo así un debate necesario en la sociedad actual.
El programa titulado "Espacio libre de teléfonos" se implementará en el Liceo Bicentenario de Lo Barnechea, donde se establecerá un protocolo que restringe el uso de dispositivos móviles en las clases y áreas comunes del establecimiento. Se eliminará la señal de los dispositivos mediante estuches de metal que bloquean la recepción de señal y datos móviles.
Según el estudio "Kids Online Chile" realizado por UNICEF y el Ministerio de Educación en 2023, en Chile el 87% de los niños y estudiantes poseen un teléfono celular con acceso a internet, adquiriéndolo en promedio a los 9 años. El uso del celular aumenta con la edad, siendo del 81% entre los 8 y 12 años y del 94% entre los 14 y 17 años. Este dispositivo es la principal forma de acceso a internet para la mayoría, con una conexión diaria que varía entre 2 y más de 4 horas dependiendo del grupo etario.
Estudios indican que el uso excesivo del celular puede afectar la concentración, el rendimiento académico y la salud mental. La presencia de celulares en el aula puede reducir la calidad del aprendizaje hasta en un 25%, según la UNESCO. Sin embargo, se plantea que la discusión debe enfocarse en guiar más que prohibir.
Es fundamental comprender que los dispositivos tecnológicos son parte inherente de nuestras vidas y prohibir su uso no es necesariamente la solución. La regulación del uso de celulares en establecimientos educativos es un tema abordado por el Ministerio de Educación, instando a las escuelas a discutir y establecer normativas gradualmente.
Los niños y adolescentes deben ser incluidos en esta discusión, ya que valoran ser tratados con consideración pero también aprecian límites claros. La participación activa en estas decisiones los convierte en ciudadanos más colaborativos y reflexivos.
Es importante entender que las nuevas tecnologías representan una oportunidad formativa para el futuro del país, más que una amenaza para la educación. La adaptación a estos cambios es crucial para avanzar hacia una sociedad más inclusiva y preparada para los desafíos tecnológicos.
(El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de Séptima Página Noticias).
Fuente: Séptima Página Crónica