Tornado en Linares el 27 de junio de 1962
El Instituto Politécnico de Linares fue el edificio más afectado por un tornado que azotó la ciudad el jueves 28 de junio de 1962, según informó el Diario La Nación de Santiago. En una imagen grabada, se observa a alumnos y un profesor intentando ordenar las planchas del techo y la armazón de madera derribados por el viento en la Sección Comercial del establecimiento.
Las autoridades locales, lideradas por el intendente Sebastián Barja, junto con la Escuela de Artillería, la Dirección de Vialidad, Pavimentación, la Municipalidad y los Bomberos, lograron restablecer la normalidad en menos de cuatro horas. El intendente recibió autorización del Ministro del Interior, doctor Sótero del Río, para utilizar fondos del 2 por ciento constitucional y así atender las necesidades de la población.
Según el pie de foto que acompaña estas líneas, atribuido al corresponsal ZAVALA, se identifica al profesor Víctor Zavala Yáñez como protagonista de los hechos en el Instituto Politécnico de Linares. Posteriormente se detalla que el tornado alcanzó una velocidad aproximada de 240 kilómetros por hora y causó daños en 150 casas, volando los techos de siete de ellas.
El fenómeno se originó sobre el edificio del Instituto Politécnico y arrojó vigas y planchas a distancias considerables. Incluso un avión estuvo a punto de ser alcanzado por la fuerza del viento antes de desviarse a tiempo. La ciudad fue sorprendida alrededor de las once horas por este tornado que dejó numerosos daños materiales pero sin víctimas fatales.
En total, unas 600 personas resultaron damnificadas y Carabineros inició un empadronamiento para evaluar los materiales necesarios para la reconstrucción. Las pérdidas materiales ascienden a trescientos mil escudos y cuadrillas trabajan en reparar postes eléctricos y líneas telefónicas dañadas.
El mal tiempo también afectó otras ciudades como Chillán, donde se registraron tornados con daños menores. En Linares, el tornado duró cinco minutos y recorrió la ciudad levantando techos y rompiendo vidrios. El mal clima persistió durante varios días en diversas zonas del país.
En resumen, los tornados causaron estragos en varias localidades chilenas mientras que las lluvias provocaron inundaciones y derrumbes en diferentes regiones. A pesar de los daños materiales significativos, no se reportaron víctimas mortales a causa de estos fenómenos naturales.
Fuente: Séptima Página Crónica