Con la llegada del verano, es común observar a personas con la piel quemada debido a la exposición solar, un fenómeno que a menudo lleva a la tentación de arrancar la piel muerta, conocida coloquialmente como "cueritos". Aunque esta práctica puede parecer inofensiva, especialistas advierten que no es recomendada y podría tener consecuencias negativas para la salud de la piel.

El blog de noticias del portal de salud, Examedi, ha destacado la importancia de no quitarse la piel quemada, ya que ésta "actúa como una barrera protectora para la piel nueva que se está formando debajo". La piel quemada se desprende de manera natural a medida que la piel nueva se cure.

La dermatóloga Natalie Curcio ha subrayado que, a pesar de lo tentador que pueda parecer exfoliar la piel y eliminar la capa seca y muerta, es fundamental permitir que se desprenda por sí sola. "La descamación generalmente se detiene cuando la quemadura se ha curado, alrededor de siete días para quemaduras leves a moderadas", indicó la especialista.

En el caso de quemaduras por exposición solar de primer y segundo grado, la recuperación de la piel puede llevar días o hasta una semana. Durante este período, se recomienda mantener la hidratación y evitar la aparición de ampollas, las cuales tampoco deben ser reventadas debido al riesgo de infección.

Para quemaduras de tercer grado, los especialistas aconsejan buscar atención médica urgente. Además, Examedi ofrece algunos consejos para aliviar las quemaduras por exposición solar, tales como mantenerse hidratado, aplicar compresas frías, utilizar aloe vera para aliviar el dolor y favorecer la recuperación, evitar productos irritantes o con alcohol, vestir ropa cómoda y suelta para prevenir la fricción, y seguir utilizando protector solar incluso después de que la quemadura haya sanado.

Finalmente, se hace hincapié en la importancia de cuidar la piel durante el verano, siguiendo las recomendaciones de los expertos para garantizar una recuperación adecuada y prevenir posibles complicaciones.