Día Internacional del Vinilo: Historias de Melómanos en Talca
El 12 de agosto se conmemora el Día Internacional del Vinilo y tres melómanos de Talca abrieron sus colecciones en casa para compartir sus historias con la música en este formato (Patricio Moraga Vallejos/Luis Casanova Valdés).
Álvaro Sepúlveda León (55) recuerda cómo comenzó su pasión por los vinilos: "Tiene que haber sido en el ‘85 cuando de visita en Talca una prima que reside en Estados Unidos dejó en su casa el single “Out of the cellar” del grupo Ratt, en el formato de 7 pulgadas. Ese acto, deliberado o no, a Álvaro le 'voló la cabeza'. Ese fue el comienzo de todo, el inicio de su vínculo con los discos vinilos -conocidos también como LP (Long Play)- que alcanzaron mucha popularidad en el periodo 1950-1980 y que luego de un decaimiento en la década del ‘90 y principios de este siglo, están de vuelta. Se niegan a morir. Están de regreso y con inusitada fuerza."
Thomas Edison, creador del fonógrafo, nunca imaginó la trascendencia que tendrían los vinilos cuando inventó el gramófono en 1878.
Hoy en día, los vinilos experimentan un renacimiento gracias al aprecio y la pasión de los melómanos por este formato único. Cada 12 de agosto se celebra el Día Internacional del Vinilo en memoria de Edison.
Álvaro, ingeniero agrónomo y amante de la música, describe su conexión con los vinilos como un ritual especial: "volver a ese aprecio por el rito de escuchar música, de tener el objeto, de disfrutarlo, de sentarse, de colocar el vinilo y dedicarle tiempo solo a eso."
Para él, escuchar música en vinilo es una experiencia única que permite apreciar cada detalle sonoro y artístico.
En otro relato nostálgico, Reinaldo Aravena Gómez (60), animador musical y coleccionista, comparte cómo descubrió su amor por los vinilos desde joven: "Mi papá tenía un tocadiscos RCA Victor y compraba siempre vinilos... uno empieza a juntar plata para comprarse sus vinilos".
Reinaldo destaca la experiencia multisensorial que ofrece el vinilo: "Tú puedes ver la carátula, tocarlo, poner el disco... es como una obra completa con la música".
Francisco Mansilla Mansilla (49), profesor de arte y vendedor musical, comparte su conexión temprana con los vinilos: "Vivía en Los Ángeles con mi familia... mi abuelo tenía un tocadiscos... me evoca".
Francisco destaca la ritualidad asociada al vinilo y cómo este formato permite una apreciación más profunda y concentrada de la música.
Cada uno de estos melómanos atesora joyas musicales en sus colecciones personales, destacando la importancia cultural y emocional que representan estos discos únicos.
Estas historias reflejan cómo los vinilos continúan cautivando a generaciones actuales con su encanto único e intemporal. La pasión por la música impresa en surcos sigue viva entre aquellos que valoran la autenticidad y la experiencia sensorial que solo los vinilos pueden brindar.
Fuente: Diario Talca Crónica