Duda existencial: SER O NO SER por Juan Carlos Pérez de La Maza
El famoso monólogo de Hamlet, creado por Shakespeare, sigue resonando en la mente de muchos a lo largo de los siglos. En él, se plantea una pregunta existencial profunda: ¿Es posible elegir ser o dejar de ser a voluntad? ¿Está nuestra esencia sujeta a los caprichos del querer, pudiendo cambiar a discreción?
Recientemente, surgió en el ámbito político una cuestión que generó debate. Se rumoreaba que Jeannette Jara, candidata presidencial del oficialismo, había considerado "congelar" su militancia política. No se trataba de renunciar a su partido, sino más bien de atenuar el rigor doctrinario que este exigía, tomando un receso en su participación activa. Se especulaba que esta decisión buscaba superar la reticencia de algunos votantes hacia una militante comunista en plena actividad política.
Este episodio plantea la reflexión sobre la rigidez doctrinaria impuesta por los partidos políticos a sus miembros. Se pueden clasificar en dos grupos: aquellos que permiten cierta autonomía intelectual y moral dentro de principios fundamentales y aquellos que exigen fidelidad absoluta sin tolerancia a la discrepancia.
Los primeros valoran la diversidad y el respeto por la disidencia como expresiones de democracia interna. Reconocen que es natural encontrar opiniones divergentes entre sus miembros y ven en ello un enriquecimiento para el partido. Sin embargo, advierten sobre el peligro de perder identidad si se excede la tolerancia.
Por otro lado, los partidos monolíticos exigen adhesión total a su ideología sin permitir desviaciones. Cualquier discrepancia es castigada con expulsión y ostracismo. La fidelidad doctrinal es clave para su supervivencia, como ocurre en el Partido Comunista.
En este contexto, surge la pregunta: ¿Puede un militante suspender su militancia en un partido tan rígido? ¿Es posible renunciar a principios arraigados durante años? La decisión de pausar la esencia misma parece aguda e inusual.
Finalmente, parece que Jeannette Jara optó por mantenerse fiel a sus convicciones sin poner pausa a su ser esencial.
Juan Carlos Pérez de La Maza
Licenciado en Historia
Egresado de Derecho