Crónicas de Juventud: Mil Bombas de Fukuoka por Franco Caballero
En las calles, se pueden observar carteles que hacen referencia a capítulos de la biblia, evocando tiempos pasados donde la juventud buscaba impactar a través de pequeñas intervenciones en la ciudad. Inspirados por artistas como Alfredo Jaar o películas como Ora o mai piu, se buscaba transformar los espacios grises en lugares llenos de color y vida.
Uno de los métodos utilizados era el uso de "bombas de Fukuoka", pelotas de arcilla con abono y semillas en su interior, creadas por un agrónomo japonés. Estas bombas se lanzaban para forestar áreas urbanas sin necesidad de preparar la tierra previamente. El objetivo era embellecer espacios como el bandejón triangular del cruce entre la nueva circunvalación, avenida Ignacio Carrera Pinto y la Carlos Schorr con flores amarillas.
Además, se realizaban intervenciones artísticas con carteles que buscaban transmitir mensajes positivos a los transeúntes. Uno de ellos rezaba "Yo quiero que tú quieras" colgado en La Quimera de Nicanor Plaza, mientras que otro afirmaba "La vida es hoy" frente a la estatua de Manuel Larraín. Estas acciones, realizadas hace más de una década, buscaban inspirar a las personas y generar impacto visual en la ciudad.
Recuerdos de aquella época incluyen noches dedicadas al diseño y colocación de carteles por la ciudad, así como momentos de diversión y juegos entre amigos. Se destaca la plantación de un Quillay en el césped universitario, que perduró durante años como símbolo de las actividades realizadas. Asimismo, se recuerdan travesuras como el intento fallido de mantener un globo en el aire durante una larga caminata nocturna.
En medio de estas experiencias, surgió el amor entre dos personas, dando lugar a una nueva pareja nacida del tumulto y la creatividad compartida. Estos recuerdos evocan una época llena de alegría, juegos y momentos inolvidables que marcaron a quienes participaron en ellos.
Franco Caballero Vásquez
Fuente: Diario Talca Crónica