Alejandro Araya Valdés: El futuro sostenible de la agricultura en el Maule sur
Por Alejandro Araya Valdés (abogado y magíster en ciencias políticas)
INTRODUCCIÓN
Soy hijo de agricultor. Mi vida ha estado ineludiblemente ligada a la tierra, al aroma húmedo de la huerta familiar recién regada, al calor del invernadero sencillo, al crujir de las hojas bajo el sol del mediodía, al retumbar de las aguas de los ríos bajando de la cordillera al plan. Nací respirando polvo de campo y crecí saboreando los frutos del esfuerzo de generaciones. La agricultura no es para mí solo una actividad económica: es una forma de vivir, de entender el mundo, una cultura ancestral tejida en la paciencia del que siembra sin saber si cosechará porque -como dicen los agricultores- “el próximo año va estar mejor”. Hoy, desde este lugar de pertenencia, quiero reflexionar sobre los problemas que históricamente ha enfrentado la agricultura en Chile y en particular en el Maule Sur, región que guarda todavía esa esencia campesina que define a buena parte de nuestro país.
DESARROLLO
_Herencias medievales y rupturas necesarias: el largo camino hacia la igualdad
La agricultura chilena ha estado determinada, desde la Colonia, por estructuras sociales y jurídicas profundamente desiguales. Hasta bien entrado el siglo XIX, los mayorazgos -propiedades indivisibles destinadas a mantener el patrimonio de una familia aristocrática- consolidaban un modelo casi feudal: pocos dueños, muchas manos sujetas al trabajo servil. En el campo, existía una relación de señorío entre el patrón y el inquilino...
(Continuar desarrollando cada sección con sus respectivos subtítulos)
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