Criptorquidia: importancia del tratamiento temprano
Esta condición, también conocida como criptorquidia, puede tener importantes implicaciones para la salud futura del niño. ¿Cuáles son los síntomas? "El principal síntoma de esta enfermedad es no ver ni sentir el testículo en la bolsa escrotal, muchas veces asociado a un aplanamiento del escroto a este mismo lado", sostiene la cirujano y urólogo pediátrica de Clínica INDISA, Dra. Danielle Reyes Cabalá.
Generalmente, el testículo se reubica en la posición adecuada por sus propios medios al cabo de los primeros cuatro meses de vida. "En caso contrario, se debe reposicionar por medio de una cirugía", agrega.
¿Cómo se clasifican las criptorquidias? La criptorquidia se clasifica según el número de testículos afectados (unilateral o bilateral) y su ubicación. La criptorquidia unilateral es la forma más frecuente, representando alrededor del 90% de los casos. "No obstante, en niños prematuros y de bajo peso al nacer, la probabilidad de que ambos testículos estén afectados (criptorquidia bilateral) es significativamente mayor, alcanzando hasta un 50%", explica la doctora.
Intraabdominal: el testículo se encuentra dentro de la cavidad abdominal y no puede ser palpado.
Intracanalicular: el testículo está ubicado en el canal inguinal, el conducto por el que normalmente desciende hacia el escroto. En este caso, puede ser palpable al examen físico.
"Es fundamental diferenciar la criptorquidia de otras condiciones testiculares como el testículo retráctil o en ascensor", agrega la Dra. Reyes.
Si la criptorquidia no se repara, el niño puede presentar complicaciones a largo plazo como infertilidad y mayor riesgo de cáncer testicular en la adultez.
Cuándo es necesario visitar al cirujano pediátrico? Esto permite hacer un correcto seguimiento del caso y determinar si es necesario un tratamiento quirúrgico. Como señala la Dra. Danielle Reyes, este seguimiento temprano es crucial para garantizar la mejor evolución en cada caso en particular.
Los niños que reciben tratamiento oportuno generalmente se recuperan sin complicaciones. Sin embargo, si la criptorquidia no se trata correctamente puede dar lugar a consecuencias graves como infertilidad en los casos bilaterales manejados tardíamente y atrofia del testículo.